A pesar de ser el turismo uno de los sectores que más tracciona para el crecimiento económico del país, no se logró que el pasado 7 de junio la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados diera lugar al dictamen de una “Ley de emergencia”, sino solo a un “Plan de Auxilio, Capacitación, Infraestructura y Promoción para el Turismo Nacional”. La noticia generó preocupación y derivó en manifestaciones autoconvocadas en distintos puntos del país, por considerar que el proyecto aprobado no contempla medidas concretas tendientes a mantener vivas las empresas y a sostener los puestos de trabajo.

El” Plan de Auxilio…” estipula fondos para promoción, capacitación e inversión en infraestructura de las Provincias, y una preventa anticipada de servicios entre otros, cuando el sector está prácticamente en la quiebra.

La Ley de Emergencia, en cambio, busca que se incluyan medidas que aseguren, hasta tanto se retorne a una actividad normal, la asistencia del Estado en el pago de los salarios; la reducción de las tarifas de los servicios públicos y el diferimiento de sus vencimientos; créditos a tasa cero y flexibles para capital de trabajo; exenciones impositivas; reducción del IVA en los servicios prestados por el sector. Estiman que la recuperación llevará entre dos y tres años y solicitaron no se discrimine a las empresas entre pequeñas, medianas y grandes, sino que todas sean contempladas.

A nivel local el reclamo es llevado adelante, entre otros, por representantes de la Asoc. Emp. Hotelero Gastronómica de la Patagonia Central, el Bureau de Convenciones de Comodoro Rivadavia, la Asociación de Hoteles de Turismo, la Cámara de Turismo de Chubut, la Asoc. Patagónica de Agencias de Viajes y Turismo y la Cámara de Prestadores Turísticos de la Patagonia Central, quienes solicitaron el apoyo del intendente Juan Pablo Luque, a través del Encotur.

¿Por qué el turismo sería fundamental para la recuperación económica?

Junto a la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados también participaron representantes del sector privado quienes expusieron su situación coincidiendo en que se trata de un sector productivo fundamental para lo que será la recuperación económica del país cuando se ingrese en la etapa post pandemia.

Entre otros, Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo, aseguró que en el año 2019 la actividad registró un movimiento de cerca de 5200 millones de dólares.

Roberto Amengual de la Asociación de Hoteles de Turismo de la Rep. Argentina agregó que el turismo es el mayor generador de empleo del país ya que genera 13.1 empleos por millón de USD invertidos, frente a otras industrias como la automotriz con un 2.5 por millón de USD. También hizo una referencia a la formalidad de los trabajadores del turismo el cual mantiene un 92% de su personal en blanco frente a un 55% en la agricultura o un 31% de la construcción.

Al respecto Graciela Fresno, presidente de FEHGRA, mencionó que el 95% de las empresas del sector son pymes y que emplean a 650 mil personas.

Por ello se hace indispensable que el Estado ayude en la recuperación del sector, porque luego de más de 120 días con actividad casi nula, no se sabe si las pymes podrán sobrevivir y estar disponibles para “el día después”.

Crítica situación de la hotelería en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly

La AEHGPC realizó entre el 19 y el 21 de junio un relevamiento entre sus asociados que dio cuenta, como hemos informado en anteriores oportunidades, de un sector gastronómico duramente golpeado por la crisis. Sin embargo hay otro actor de este escenario turístico del que poco se habla: la hotelería.

El 70% de la hotelería en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly está compuesta por alojamientos de categoría 2 y 3 estrellas, seguido por la categoría 4 representada en un 13.6 %. Ello significa que en su mayoría son empresas pymes y empresas familiares.

Se supo que a partir de que se autorizó su reapertura mediante el Decreto Provincial N°383/20, el 73% adhirió, aunque la cantidad de huéspedes no superaron el 10 % de su capacidad total, seguido por el 31.8% que no recibió ni un solo pasajero.

Estando los aeropuertos, terminales de ómnibus y accesos cerrados se corroboró que ese pequeño margen estuvo compuesto en un 32% por pasajeros corporativos que circularon con el permiso correspondiente, seguido por el 23% de huéspedes que llegaron por razones de salud y el 9% fue por razones de aislamiento social por covid -19.

Respecto a su plantel de personal, y a pesar de que el 60% de los establecimientos asegura haber recibido el ATP (Programa de Asistencia al Trabajo que brinda Nación y cubre parte del salario del trabajador), el 45% debió realizar una forzada reducción.

De los 22 establecimientos que respondieron la encuesta, 6 informaron un próximo cierre inminente, 8 plantearon poder resistir un estimativo de un mes, 5 solo dos meses más y 3 hoteles estimaron poder sostenerse hasta entrada la primavera. La mayoría dijo ver muy difícil la posibilidad de continuar.

Por todo ello continúan de manera firme solicitando una Ley de Emergencia que contemple y proteja a los pequeños, medianos y grandes emprendimientos turísticos del país ya que todos forman parte de una gran cadena de eslabones que traccionan ingresos económicos genuinos e innumerables fuentes de trabajo.