El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró la muestra Ernesto Deira. Identificaciones, que presenta una serie de siete pinturas del artista argentino que se creían destruidas tras exhibirse en el Instituto de Arte Latinoamericano de la Universidad de Chile, en 1971.

Con curaduría de la directora artística del Museo, Mariana Marchesi, la exposición presenta la serie de pinturas de 1971, en blanco y negro y estilo naturalista, que Deira denominó Identificaciones, centradas en el asesinato de Ernesto “Che” Guevara, sucedido años antes en la selva boliviana.

“La intención de Deira por entonces ‒explicó Marchesi‒ era trazar una crónica sobre algunos de los acontecimientos más violentos sucedidos en el mundo desde los años 60: la pobreza en el Tercer Mundo, los procesos de descolonización, la invasión estadounidense a Vietnam y, en el caso de la Argentina, los primeros actos represivos que inauguraron la década del 70. Sin dudas, el asesinato de Ernesto ‘Che’ Guevara en Bolivia era el hilo conductor de este breviario de la violencia. Para realizar cada una de las pinturas, Deira se basó en fotografías aparecidas en periódicos y revistas de divulgación científica que remitían a alguno de estos temas”.

Además de las siete obras, en la muestra se exhibirá un conjunto de documentos de época provenientes del archivo del artista y material de prensa en el que Deira se basó para la realización de esta serie.

El derrotero de las obras, perdidas y recuperadas

En noviembre de 1971, Deira presentó las siete pinturas de la serie “Identificaciones” en el Instituto de Arte Latinoamericano (IAL) de la Universidad de Chile, un novedoso espacio académico y cultural donde se ensayaron diferentes proyectos orientados a conformar una nueva cultura chilena, tras la llegada de la Unidad Popular al gobierno en 1970. Allí permanecieron las obras tras el cierre de la exposición. Luego del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende en 1973, el artista y su entorno las dieron por perdidas, pues supusieron que, dado su contenido político explícito, habían sido destruidas durante la dictadura militar.

Recién en 2003, a instancias de Luis Felipe Noé y de la galerista y gestora chilena Carmen Waugh, se supo que las obras se hallaban, en perfecto estado, en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la Universidad de Chile, donde las había resguardado el personal de la institución.

Entonces se iniciaron gestiones diplomáticas para recuperar las obras, que culminaron en octubre de 2021 con un acuerdo entre los herederos del artista y las autoridades del MAC. Andrés Duprat, director del Bellas Artes, celebró el regreso de estas pinturas al país, concretado en abril de este año: “Esto fue posible gracias a la colaboración de los gobiernos de Argentina y Chile, después de casi dos décadas de tratativas para la devolución de las obras a la familia Deira. Por eso es muy importante que el público argentino pueda apreciar en el Museo la exhibición de esta serie, acompañada de un estudio que da cuenta de la historia de estos cuadros, una historia que es tan importante como la obra misma”, agregó.

Sobre Ernesto Deira

Nacido en Buenos Aires en 1928, tras recibirse de abogado en la Universidad de Buenos Aires inició su formación en pintura con Leopoldo Torres Agüero y más tarde con Leopoldo Presas. En 1958 realiza su primera muestra individual en la galería Rubbers de Buenos Aires.

A comienzos de la década del sesenta, Deira conformó junto a Luis Felipe Noé, Rómulo Macció y Jorge de la Vega el grupo que se presentó por primera vez en 1961 en la exposición “Otra Figuración” en la Galerí­a Peuser. La muestra fue emblemática de una actitud que dominó la década: la de negar tanto la abstracción como las formas tradicionales de representación. La intención de los artistas de reintroducir la imagen del hombre en la pintura se realizó a través del collage, las chorreaduras y el énfasis en la expresión. Tras exponer en el Museo Nacional de Bellas Artes, el grupo se separó definitivamente en 1965.

En 1966, Deira obtuvo el segundo premio de pintura en la III Bienal Americana de Arte, en Córdoba, conocida como Bienal IKA. En 1967 se hizo acreedor del prestigioso Premio Palanza, otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes y posteriormente del Premio Konex y del primer premio de pintura otorgado por la Fundación Fortabat. El artista falleció en Parí­s el 1º de julio de 1986, dejando como legado una vastí­sima producción, compuesta por más de 900 obras, entre óleos, acrí­licos y dibujos.

Ernesto Deira. Identificaciones podrá visitarse hasta el 4 de septiembre en la sala 33 del primer piso.

Museo Nacional de Bellas Artes: Av. del Libertador 1473 (Ciudad de Buenos Aires).

De martes a viernes, de 11 a 20 h, y sábado y domingo, de 10 a 20 h.

La entrada es libre y gratuita.