En conmemoración del Día Internacional del Malbec, se realizará una degustación gratuita de esta cepa en el paseo público de la capital provincial. Un producto distinto que no para de crecer.

No es un lunes cualquiera para los amantes del vino de todo el mundo, ya que este 17 de abril se celebra el Día Internacional del Malbec, una de las variedades más consumidas y apreciadas de esta bebida que, en Tucumán, tiene sus notas especiales. En ese marco, este jueves se llevará a cabo una degustación de esta cepa en Plaza Urquiza, donde participarán 10 etiquetas locales que producen vino de altura, una marca distintiva de la provincia.

La intervención, organizada por el Ente Tucumán Turismo (ETT) junto al Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán y la Cámara de Bodegas y Viñedos del Tucumán, iniciará a las 20.30 horas y también contará con la participación de artistas locales que desplegarán todo su talento en el paseo público que se teñirá de violeta, el color identitario del Malbec.

Las bodegas que confirmaron su participación son Río de Arena, Las Arcas del Tolombón, Luna de Cuarzo, Finca La Orilla, Altos la Ciénaga, Finca Albarrosa, Fortaleza, Viñas del Chañar, Los Zazos, Chico Zossi y Los Talas.

“Es excelente el nivel de nuestras bodegas, que nos acercan al turista nacional y extranjero que buscamos en cada acción promocional que desplegamos en las ferias internacionales”, manifestó el presidente del ETT, Sebastian Giobellina, y remarcó que los vinos tucumanos “son especiales”. “Nos pone muy felices tener inversores que trabajen este producto”, enfatizó el funcionario sobre el creciente desarrollo de la Ruta del Vino de Tucumán, integrada por 11 bodegas que ofrecen servicios turísticos.

El encanto del Valle Calchaquí enamora no solo a tucumanos, sino también a extranjeros que llegan a esas tierras y deciden instalarse e invertir en su desarrollo. Uno de ellos es el empresario italiano Giacomo Spaini, propietario de Finca Albarossa. “Llegué hace 15 años al Valle y este será el décimo año de cosecha. Antes la gente creía que no se podía producir un vino de calidad en este lugar y ahora somos muchas las bodegas que crecemos en producción y calidad”, recordó.

“Producimos vino a 2.000 metros de altura y tiene una cantidad de azúcar dentro de la uva que no necesita un proceso químico: el sol y el terreno del valle es suficiente para redondear un excelente producto”, explicó Spaini.

En la misma línea, Agustina Guardia, vicepresidente de la Cámara de Bodegas y Viñedos local y copropietaria de Las Arcas de Tolombón, resaltó que lo distintivo del vino tucumano “es el terroir, la altura, las características climáticas, el suelo, todo es muy distinto a otro polo productor como Mendoza, por ejemplo”. “Cada territorio tiene su belleza y sus rasgos particulares, y eso impacta en la uva que se cosecha”, detalló. “Los vinos tucumanos tienen mucho cuerpo, mucho color. Al ser una zona alta, son un poquito más alcohólicos, una bebida mucho más compleja en sabor”, concluyó.