La principal procesión se realizó este domingo por la mañana en el centro de la ciudad y se realizaron misas con niños, con personas enfermas y con discapacidades, para las familias y ofrendas a la Virgen por parte de jóvenes.

Miles de fieles participaron desde el sábado de la 124° peregrinación a la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe de la ciudad de Santa Fe, la principal festividad del catolicismo de la provincia, con coloridas procesiones que llegaron desde distintas localidades para homenajear a la patrona de la diócesis local.

La fiesta, que este año tuvo como lema «María, renueva nuestra esperanza y venda nuestras heridas», se inició el sábado con diversas actividades que tuvieron epicentro en el templo situado en el barrio de Guadalupe, en el noreste de la ciudad.

Entre otras, se realizaron misas con niños, con personas enfermas y con discapacidades, para las familias y ofrendas a la Virgen por parte de jóvenes.

Todas las actividades fueron transmitidas por las redes sociales de la Basílica, con comentarios de fieles de todo el mundo y de personas que son de la zona pero no pudieron concurrir por razones de salud.

Como es tradicional, hubo decenas de niñas vestidas con los colores celeste y rosado, como se representa a la Virgen, y niños con alguna prenda marrón en su atuendo, a la manera del indio Juan Diego, una figura central de la tradición guadalupana.

El párroco de la Basílica, Olidio Panigo, contó su experiencia personal con la Virgen, y lo que significa para los peregrinos la participación en la fiesta de la patrona.

«Desde el vientre de mi madre participé, y me marcó espiritualmente porque fui ordenado sacerdote en la Basílica. En todos los lugares en los que estuve como sacerdote siempre traté de difundir la devoción a la Virgen de Guadalupe», dijo el religioso.

Además, consideró que «toda peregrinación siempre significa un desafío, es como cuando uno se prepara para ir a una fiesta, esta es la de nuestra Madre de Guadalupe. La gente ve la imagen de la Virgen y el rostro se le transforma, nos encontramos con gente quizás desconocida, pero sabemos que a todos nos trae la Virgen».

En tanto, el arzobispo de Santa Fe, monseñor Sergio Fenoy, quien ofició misas durante ambas jornadas, dijo como mensaje a los fieles que el acto de fe debe realizarse, pero acompañado de acciones.

«Cuando nos sentimos impotentes le pedimos a Dios y a la Virgen, casi delegando en Ellos lo que podemos hacer nosotros. Jesús nos dice: ‘Y si ponés lo poco que tenés en el plato… esa es la enseñanza de la Palabra de este domingo: comenzar a hacer algo nosotros con los cinco panes y los dos peces…». dijo el líder religioso.

Durante los dos días de fiesta trabajó la organización Cáritas, que este año solicitó que las tradicionales ofrendas de flores y velas sean reemplazadas con la donación de alimentos no perecederos y otros artículos, que serán distribuidos por esa organización.

Fuente: Télam/ foto: Luis Cetraro