Según la edición más reciente del informe de la OIT Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2021, las plataformas digitales de trabajo se han multiplicado por cinco en el último decenio. Este crecimiento de la economía digital, que conlleva oportunidades y problemas para los trabajadores y las empresas, reclama una respuesta de política coherente.

Según el informe “Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: El papel de las plataformas digitales en la transformación del mundo del trabajo”, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las plataformas digitales están abriendo nuevas posibilidades, en particular, para las mujeres, las personas con discapacidad, los jóvenes y las personas que quedan al margen de los mercados laborales convencionales. Por lo que respecta a las empresas, las plataformas les permiten acceder a una base de trabajadores amplia, flexible y con calificaciones diversas, además de ampliar su base de clientes. El informe gira en torno a dos tipos principales de plataformas digitales de trabajo: las plataformas digitales web, en las que los trabajadores realizan sus tareas en línea y de modo remoto, y las plataformas basadas en la localización, en las que unas personas, como choferes de taxis o repartidores, ejecutan su trabajo en una localización geográfica determinada.

Las conclusiones del Informe se basan en encuestas y entrevistas realizadas a unos 12 000 trabajadores y representantes de 85 empresas de distintos sectores y lugares del mundo.

Nuevos problemas

Los problemas para los trabajadores de las plataformas guardan relación con las condiciones de trabajo, la regularidad del trabajo y de los ingresos, y la imposibilidad de gozar de los derechos a la protección social, la libertad de asociación y de negociación colectiva. Las horas de trabajo suelen ser prolongadas e imprevisibles. La mitad de los trabajadores de plataformas digitales ganan menos de 2 dólares de los Estados Unidos por hora. Además, en algunas plataformas hay brechas notables de remuneración. El informe señala que la pandemia de COVID-19 ha puesto muchas de estas cuestiones aún más en evidencia.

Muchas empresas se topan con el problema de la competencia desleal, la falta de transparencia con respecto a los datos y la fijación de precios, además de comisiones costosas. Por su parte, las PyMEs tienen dificultades para acceder a financiación y a infraestructura digital.

Las nuevas oportunidades creadas por las plataformas digitales de trabajo están volviendo cada vez más difusa la clara distinción que solía haber entre asalariados y autónomos. Las condiciones laborales en general vienen determinadas por los términos del contrato de servicios, que suelen definirse unilateralmente. Cada vez es más frecuente que las tareas de asignar y evaluar el trabajo, y de gestionar y supervisar a los trabajadores dependan de algoritmos, y no de seres humanos.

El informe apunta a la necesidad de políticas coherentes y coordinadas frente al hecho de que las plataformas operan en distintas jurisdicciones, para conseguir que ofrezcan oportunidades de trabajo decente e impulsen el crecimiento de empresas sostenibles.

La brecha digital

La distribución de los costos y beneficios de las plataformas digitales en el mundo es muy desigual. El 96% de las inversiones en este tipo de plataformas se concentra en Asia, América del Norte y Europa. El 70% de las ganancias se concentra en solo dos países: los Estados Unidos y China. El trabajo en plataformas digitales web es externalizado por empresas del Norte y realizado por trabajadores del Sur, que ganan menos que sus homólogos de los países desarrollados. Esta desigualdad de crecimiento de la economía digital perpetúa la brecha digital y podría agravar las desigualdades.

De cara al futuro

Muchos gobiernos, empresas y representantes de trabajadores han comenzado a ocuparse de algunas de estas cuestiones, pero las respuestas son diversas y ello provoca incertidumbre para todas las partes. El hecho de que las plataformas digitales de trabajo operen en varias jurisdicciones plantea la necesidad de diálogo y coordinación a nivel internacional en torno a las políticas, a efectos de conseguir la seguridad reglamentaria y la aplicación de las normas internacionales del trabajo, puntualiza el informe.

En el informe se exhorta al diálogo social y la cooperación internacional en materia de reglamentación entre las plataformas digitales de trabajo, los trabajadores y los gobiernos, para lograr con el tiempo la aplicación de una estrategia más eficaz y congruente respecto de una serie de objetivos que permitan:

• La clasificación correcta de la situación laboral de los trabajadores, en consonancia con los sistemas de clasificación de los países.

• Transparencia y rendición de cuentas respecto de los algoritmos, tanto por lo que respecta a los trabajadores como a las empresas.

• El derecho de los trabajadores por cuenta propia a negociar colectivamente.

• El acceso de todos los trabajadores, incluidos los trabajadores de las plataformas digitales, a prestaciones de seguridad social adecuadas, mediante la ampliación y adaptación de los marcos de política y jurídicos cuando proceda.

• El acceso de los trabajadores de las plataformas, cuando así lo decidan, a los tribunales de la jurisdicción local.