La aventura de Jess Stone y Moxie, su pastor alemán, comenzó en marzo de 2021 y su meta es recorrer noventa países. La particularidad es que la realizan en moto y el perro disfruta tanto o más que su dueña conociendo el mundo. Cuentan con el apoyo de Greg, el marido de Jess, que sigue a ambos algunos metros por detrás para vigilar su seguridad y ayudar en cualquier problema que surja en el camino.

Stone y Moxie, que pesa alrededor de 34 kilogramos, llevan actualmente 11 meses en un viaje épico en motocicleta que los llevará a recorrer alrededor de 90 países de América Central, América del Norte y del Sur, África, Europa y Asia.

La particular pareja ha estado en la carretera desde marzo pasado, cuando partieron, junto con el esposo de Stone, Greg, que viaja detrás de ellos.

Foto Crédito: Jess Stone Instagram

«Siempre estoy al frente», explica Stone a CNN Travel. «Quiero atravesar los obstáculos primero» y agrega «cada auto que pasa a nuestro lado, ellos [las personas adentro] sacan sus teléfonos, casi causando accidentes porque están tratando de tomar una foto. Es muy gracioso».

La creadora de contenido Jess Stone, nacida en Canadá, confiesa que tardó algún tiempo en sentirse cómoda encima de una moto, pero después de un viaje de ocho meses de duración en el que recorrió América de norte a sur junto a su marido (con el cual llevan ocho años de casados), estuvo preparada. Unos años después de su regreso, se mudaron a Guatemala, y Moxie entró en sus vidas, y decidieron sumarla a sus viajes. Fue así que diseñaron un transportín especial para que pudiera ir colocada en la parte trasera de la moto con total seguridad y llevando puestos unos coquetos lentes de aviador.

«Ella me eligió al 100%», dice Stone, recordando el momento en que vio por primera vez al canino mientras veía una camada de cachorros de pastor alemán en una de las ciudades vecinas. «Ella estaba allí pisándome los talones esperando que la amara».

Después de decidir que estaba lista para otra gran aventura, esta vez con Moxie en el viaje, Stone se acercó a la organización global sin fines de lucro Girl Up, una iniciativa de desarrollo de liderazgo centrada en las niñas, y nació la aventura GoRUFFLY Around the World.

«Obviamente quería viajar por el mundo», dice Stone, quien tiene como objetivo recaudar US$ 100.000 para los proyectos de empoderamiento global de Girl Up. «Pero también quería mostrarle a la gente que puedes hacerlo con un perro grande».

Foto Crédito: Jess Stone Instagram

Jess, quién está documentando el viaje a través de Instagram, así como una serie semanal en YouTube. explica que hacer el recorrido que inicial del proyecto «Se ha vuelto muy caro». Cruzar a Europa a Moxie y las motos hacen casi imposible realizar la travesía completa.

Finalmente eligieron viajar «de punta a punta y de arriba a abajo», haciendo su camino desde Guatemala a México, Estados Unidos, Canadá y hasta el Océano Ártico.

Desde aquí, comenzaron a conducir hasta la cima de América del Norte, antes de dar la vuelta y regresar a América del Sur.

«Yo llevo al pastor, él lleva el equipo de campamento», agrega, antes de explicar que no necesariamente viajan juntos continuamente y, a veces, toman diferentes rutas.

Foto Crédito: Jess Stone Instagram

«A veces él quiere probar un camino diferente o yo quiero ir por un camino diferente y luego nos encontramos después de eso. Pero soy autosuficiente».

Stone desde Los Ángeles, encara la siguiente etapa del viaje: tomar un ferry a Baja California, México, y luego viajar a Guatemala, después a Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá.

Desde Panamá, planean volar a Colombia, donde viajarán a la «punta» de Argentina, y luego volarán a Sudáfrica.

Una vez que lleguen a Sudáfrica, viajarán por la costa este de África hasta Egipto y luego Grecia, antes de “rodar alrededor de Europa» y viajar a través de Turquía y Asia Central.

La siguiente etapa los verá viajar de India a Malasia, donde enviarán sus motos, y a Moxie, a América del Norte y luego regresarán a su primer y último destino Guatemala, que Stone describe como su «hogar adoptivo».